lunes, 28 de mayo de 2012

El juego perfecto


Un juego perfecto, de acuerdo a las Grandes Ligas de Baseball, es aquel en el que un pitcher, o combinación de pitchers, alcanzan la victoria en un mínimo de nueve innings sin que ningún jugador del oponente llegue a alguna base. El pitcher no debe permitir ningún hit, base por bolas o golpear a ningún bateador del equipo contrario.

En otras palabras, "27 al bate, 27 out".

Este logro ha sido alcanzado en 21 ocasiones en la historia de las Grandes Ligas. La más reciente fue el 21 de Abril de 2012 por Philip Humber de los Medias Blancas de Chicago.

El juego perfecto se le atribuye al pitcher, sin embargo, todo el equipo contribuye a ese objetivo. El pitcher debe contar con una sólida defensa que no puede permitirse errores.

El juego perfecto también es el nombre de una película que muestra la historia del equipo de Ligas Menores de Monterrey, México, y de cómo dicho equipo llego a competir en la Serie Mundial de Ligas Menores en los Estados Unidos.
Durante su preparación tuvieron la dificultad de no contar con los implementos necesarios para practicar, o incluso con un campo formal para jugar baseball. Sin embargo, lograron conformar un equipo y participar en el campeonato de las Ligas Menores.
Los sueños de los niños fueron el combustible que los llevó a los Estados Unidos, a luchar en contra de las situaciones adversas de estar en un país extranjero en el que el racismo se encontraba en una etapa crítica. También tenían una desventaja física respecto al resto de equipos. Pero ellos mostraron su determinación y esfuerzo al practicar hasta momentos antes de iniciar un partido.
El trabajo en equipo fue clave al buscar su objetivo. Dentro de su equipo tenían el talento en donde se requería. Había buenos bateadores, buenos lanzadores, buenos corredores, y cada uno hacía su parte dentro del equipo.
A pesar de grandes dificultades hicieron lo impensable: fueron el primer equipo no estadounidense en convertirse campeones de las Ligas Menores.

Alcanzar un juego perfecto no es el objetivo principal en baseball, pero viene a ser una especie de reconocimiento para el equipo que lo logra. Y a pesar de que el reconocimiento se lo lleva el pitcher, todo el equipo colabora con el fin de alcanzar ese objetivo.
Otra definición de juego perfecto es alcanzar los objetivos planteados. Si el objetivo es ganar el partido, no importa a cuantos jugadores haya tenido que enfrentar el pitcher, lo que importa es el marcador al final del partido. Así que buscar hacer un juego perfecto no debe ser una obsesión, sino una motivación que te permitirá alcanzar tu máximo potencial.

Si te preparaste para el juego perfecto y no lo lograste, aún tienes el marcador para evaluar tu desempeño.

La perfección no puede ser alcanzada, pero si persigues la perfección, muchas veces alcanzaras la excelencia

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