Una banda, un sonido

Drumline es una película que muestra lecciones valiosas sobre disciplina, respeto, liderazgo y trabajo en equipo.
La película se basa en la historia de un talentoso pero indisciplinado novato de Nueva York que se ha ganado una beca para una universidad con una de las mejores bandas marciales.  A pesar de su increíble habilidad con el redoblante, el personaje principal tiene choques intensos con el líder de su sección, creando así una lucha por el poder.

En una escena todos los novatos son llamados para presentarse al campo para la práctica.  Muchos novatos se presentan tarde a la convocatoria.  El director de la banda le pregunta a un joven quien es su compañero, y éste respondiéndole señala al personaje principal.  El director le pregunta por qué no despertó a su compañero, a lo que el responde “No soy su mamá”.  El director le pregunta a los líderes de sección cuál es el concepto de la banda, a lo que ellos responden “Una banda, un sonido”.  El director después explica: “Cuando uno de nosotros llega tarde, todos llegamos tarde.  Cuando uno de nosotros se ve o suena mal, todos nos vemos y sonamos mal”.

“Una banda, un sonido” nos recuerda que trabajo en equipo es el concepto de las personas trabajando juntas en cooperación para alcanzar una meta deseada.

En otra escena, el líder de sección le dice a los novatos que no deben ver su redoblante al tocar, que deben ver al frente, y los va retando uno a uno, y todos se equivocan o botan sus baquetas.  Cuando llega con el personaje principal, el reto se vuelve en su contra, ya que no solo logra hacer lo que le pide, sino que también hace que él se equivoque.  Pero su satisfacción no tarda mucho, ya que el director de la banda que observó lo sucedido también reto al talentoso novato, pero le agregó un nivel de dificultad y empezó a caminar tocando el redoblante y le dijo “sígueme”.  El novato finalmente se equivoco.  El director le dice una importante lección: “Para ser un buen líder, primero se debe ser un buen seguidor”

En muchas ocasiones las personas talentosas se sienten superiores al equipo.  Para tener éxito, estas personas deben ceder su deseo por lucirse ante la unidad de la banda.