sábado, 4 de junio de 2011

Curiosidad santa


El miedo a cometer errores es algo que muchas veces impide que mostremos nuestra curiosidad por naturaleza.
Una curiosidad apasionada le demuestra muchas cosas a otros, incluyendo que no conocemos todas las respuestas o que no tenemos certeza sobre algunos asuntos.
En nuestro mundo mostrar incerteza o cambiar nuestro punto de vista después de tener mas información es visto como una señal de debilidad, mientras que la certeza se ve como una fortaleza.
Aunque admitir que no se sabe algo o que no se esta seguro, o incluso que se necesita más información, más tiempo, etc. requiere de un mayor coraje que fingir la seguridad o seguir lo que dice el conocimiento convencional solo porque es seguro.

Albert Einstein fue el ganador del Premio Nobel de Física en 1921.
Él le daba un gran valor a la curiosidad.  Gracias a eso pudo encontrar oportunidades en el rechazo.  Después de graduarse, Einstein no podía obtener un puesto como maestro, así que aceptó un trabajo como asistente técnico en la oficina de patentes.  Esto le dio acceso a muchas patentes registradas.  Fue en esta época cuando publicó su teoría de la relatividad.

"Cuando un hombre se sienta junta a una linda chica por una hora, parece un minuto.  Pero si se sienta en una hornilla caliente durante un minuto parece más largo que una hora.  Eso es relatividad"

Además atribuía mucho de su éxito no solo a sus habilidades matemáticas, sino a su persistencia.  El decía "no es que sea tan inteligente, sino que me mantengo más tiempo con los problemas".  La curiosidad nos permite ser persistentes, ya que la motivación de encontrar una solución es suficiente para continuar en el camino.

La curiosidad te permite superar el miedo a arriesgarte: "Aquel que nunca ha cometido errores nunca ha intentado hacer nada"
Decía que "la mente intuitiva es un regalo sagrado, y la mente racional es un fiel sirviente.  Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y se olvida del regalo".

Hay una historia sobre un experimento que se realizó colocando a un grupo de monos en una jaula, en cuyo centro se encontraba una escalera que les permitía alcanzar un racimo de plátanos en el techo.
Cuando los monos subían por la escalera para alcanzar los plátanos, eran rociados con agua helada.  Esto se repitió por cada intento que realizaban de subir.  Finalmente cuando un mono intentaba alcanzar los plátanos, el resto de ellos lo empezaban a golpear para que no subiera y así evitar ser rociados con agua.
Al llegar a este punto se retiro a uno de los monos originales y se incluye a uno nuevo.  Éste como no sabía lo del agua empezó a subir por la escalera y al mismo momento fue interceptado por los demás y lo empezaron a golpear.  De la misma manera fueron sacando uno a uno a los monos originales, y se repetía el proceso de golpear al nuevo mono cuando intentaba buscar los plátanos.  Por último se ha reemplazado a todos los monos originales, pero el comportamiento sigue siendo igual: cuando uno de ellos intenta buscar los plátanos es golpeado por el resto, aunque no saben por qué, ya que ninguno de ellos ha sido rociado con agua helada.
Por lo tanto, la curiosidad nos ayuda a no hacer siempre lo que los demás hacen, y nos brinda el valor de vencer los obstáculos y arriesgarnos a alcanzar cosas nuevas, y como dijo Einstein: Lo importante es no dejar de cuestionarnos.

"The important thing is not to stop questioning. Curiosity has its own reason for existing. One cannot help but be in awe when he contemplates the mysteries of eternity, of life, of the marvelous structure of reality. It is enough if one tries merely to comprehend a little of this mystery every day. Never lose a holy curiosity" -- Albert Einstein

1 comentario: