sábado, 5 de noviembre de 2011

La mente del jardinero

¿Qué hace un jardinero al ver a sus plantas recién sembradas cuando empiezan a verse marchitas?
Hay dos tipos de jardineros: los que se lanzan frenéticamente a hacer "arreglos" para que la planta este bien, y los que saben que deben pensar antes de actuar, y evaluan las necesidades de la planta para tomar las acciones necesarias a fin de arreglar lo que esta provocando que la planta se encuentre en ese estado.

Cuando un administrador percibe que las cosas no van bien con sus empleados, puede entrar en pánico.
Y de la misma forma pueden haber dos tipos: los que quieren interferir en el crecimiento de sus empleados y los que permiten que los empleados crezcan.
La forma en la que reaccionan depende de los paradigmas mentales que tienen.
Los primeros reaccionan a las situaciones difíciles de manera defensiva, con enojo, microadministrando o con pasividad.
Los segundos responden con claridad y calma, y saben cuando y en que medida deben actuar.

La esencia de tener la mente de un coach se resume en esta frase: Creer en el potencial de las personas y desear ayudarlos a que tengan éxito.

Desde el punto de vista de los empleados, es desmoralizante tener un administrador que no crea en él, que no este de su lado, y que no invierta tiempo en él para ayudarlo a ser exitoso.  Esa situación es similar a escalar una montaña con una mochila llena de rocas.
Pero también tiene un gran impacto positivo cuando el administrador brinda su apoyo y cree en el talento y la capacidad de los empleados.

Algunas personas tienen la forma de pensar de un coach, pero quienes no la tienen pueden adquirirla, aunque no es algo fácil de lograr.  Si recordamos el camino del aprendizaje, a través de la motivación podemos esforzarnos para adquirir nuevos conocimientos y habilidades.
Cuando tenemos una creencia arraigada que puede afectarnos como coaches o que indique que uno de nuestros empleados no se esta desempeñando correctamente, podemos utilizar estos cinco pasos para cambiar nuestro pensamiento:
  1. Reconocer la creencia inicial.  enunciar la creencia que tenemos sobre la persona.
  2. Cuestionarla.  preguntarse a uno mismo si la creencia es real.
  3. Obtener nueva información.  buscar nueva información que apoye una creencia alternativa.
  4. Poner a prueba la información obtenida.  encontrando formas fáciles de probar la información que estamos tomando en consideración.
  5. Modificar o confirmar la creencia.  puede confirmar la creencia o modificarla, dependiendo de los resultados de la prueba
El consejo es: si tiene el privilegio de administrar el trabajo de otras personas, bríndeles lo que ellos necesitan para desarrollarse, de la misma forma en la que las plantas necesitan del sol, del agua y de los fertilizantes para crecer.

Se debe mantener una higiene mental para mantener paradigmas positivos en nuestra mente de coach, recordando el impacto que estos pensamientos tienen en usted y en sus empleados.

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